Smart Industries
El entorno RFID totalmente integrado es una realidad en Oxford y un modelo para el mercado
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La tecnología adoptada para controlar la línea de producción garantiza el 100% de seguridad en el envío de productos a los clientes.
En otra iniciativa pionera en el sector mundial del mueble, Florense adoptó el sistema RFID (identificación por radiofrecuencia) en las piezas que componen cada pedido, para garantizar que cada artículo será enviado correctamente y de acuerdo con el lote respectivo a ser fabricado y entregado.
Pero para llegar a este nivel de tecnología aplicada, Florense ha recorrido un largo camino. “Al tratarse de una pequeña carpintería fundada en 1953, el control de las piezas se realizaba de forma igualmente artesanal. Sin embargo, con el inicio de la producción masiva de muebles en los años 60, este control empezó a requerir un mayor cuidado. Pero el mercado todavía no ofrecía un sistema de control digital”, recuerda Felipe Corradi, director industrial y CTO de la empresa de muebles.
La necesidad se hizo más inminente en 1975, cuando Florense abrió una fábrica automatizada con altísima capacidad de producción, lo que aumentó la necesidad de un control digital de los envíos. El código de barras surgió exactamente en esta década. "El sistema funcionó durante un tiempo, pero la creciente demanda durante las siguientes décadas generó la necesidad de un sistema más rápido para escanear piezas y minimizar los errores de envío".
La solución surgió dos años y medio después de muchas investigaciones como un desarrollo conjunto entre Florense y AKR Sistemas, responsable de la integración, y con Beontag, propietario de la tecnología RFID. "Finalmente estábamos preparados para ser pioneros en el sector mundial del mueble en la implementación del sistema RFID. Una evolución necesaria, ya que a principios de año (2022), cuando se instaló el sistema, la fábrica ya movía aproximadamente 190 mil artículos mensuales”, celebra Felipe.
“La relación de AKR Sistemas con Florense no es nueva, pero en los últimos tres años se ha intensificado precisamente a raíz del proyecto RFID”, afirma Marcos Romani, de la empresa integradora. Recuerda que en la operación probaron varias antenas hasta aprobar la que garantizaba el escaneo completo.
Paralelamente a la nueva antena, Beontag lanzó un modelo de etiqueta RFID con una profundidad de escaneo más eficiente. “De esta manera podemos escanear las etiquetas más fácilmente, incluso en condiciones críticas. Estamos hablando de la digitalización de 200 a 300 productos por palet, correspondiendo cada palet a un pedido”. Para tener una idea de la complejidad y tamaño del negocio de Florense, un solo pedido puede tener, en promedio, 15 mil artículos.
“Por este motivo, las pruebas fueron extremadamente exhaustivas y duraron casi seis meses antes de que el sistema pudiera implementarse oficialmente. Incluso utilizamos a una persona para verificar que el recuento de RFID fuera correcto. También hicimos pequeños ajustes para alinear el tamaño de la etiqueta, la posición del chip, el modelo de papel, el tipo de pegamento y el color de la etiqueta”, añade Marcos.
El hecho de que Florense ya tenga la práctica de colocar etiquetas en el exterior de la pieza, herencia del uso de códigos de barras, facilitó la implementación de RFID. Pero mientras que en el sistema anterior el escaneo se hacía por pieza y tomaba alrededor de 30 minutos por palet, con RFID el tiempo de escaneo para cada palet se redujo a segundos. Y cuando hay una pieza incorrecta en el palet, suena una sirena y se activa un escáner móvil para identificar qué pieza no cumple con el pedido. Anteriormente, desmontar un palé para encontrar la pieza equivocada llevaba más de una hora.
Florense cuenta con dos portales, uno para armar el pedido y otro para enviar el pedido ensamblado para su envío. “Como próximos pasos en este viaje digital, Florense ya estudia la implementación de RFID en la fase de embarque, si es posible, para rastrear el producto hasta el domicilio del cliente final, e internamente, en fábrica, para rastrear cada artículo y evitar pérdidas. o daño.
Respecto a las dificultades del proyecto, Marcos cita la obstrucción del escaneo por la horquilla del montacargas. “Cuando la carretilla elevadora estaba demasiado cerca de las piezas, a veces las etiquetas cercanas a la horquilla no se escaneaban. Para solucionar el problema, Florense adoptó palés más grandes e indicó a los operadores de carretillas elevadoras que recogieran el palé más alejado de la horquilla, dejando un espacio de unos 30 cm entre los mamparos de las horquillas”.
Otra dificultad: era necesario proporcionar mucha potencia para lograr una confiabilidad del escaneo del 100%. La solución vino de limitar las señales tanto como fuera posible y aislar un área un poco más grande.
Actualmente, las etiquetas RFID proporcionadas por Beontag se utilizan en todas las partes de cada mueble fabricado; El control final se lleva a cabo durante el envío. Como resultados inmediatos de la adopción de la tecnología, el florense Felipe Corradi destaca el aumento de la seguridad, la agilidad y la mitigación de la sustitución de piezas por cuestiones relacionadas con la asistencia técnica y la interceptación y bloqueo de cualquier posible error en la separación de piezas solicitadas en los pedidos. Otro beneficio importante fue la reducción de 30 minutos a 5 segundos en el tiempo de control de cada palet.
El sistema también cuenta con alertas sonoras y visuales en caso de posible pérdida de volúmenes; integración de controles visuales con verificación de controles de progreso; y la posibilidad de implementar la secuencia de conferencias en el ciclo logístico externo (transporte y entregas) a bajo costo.
“También podemos rastrear y determinar la ubicación de volúmenes en ciertos límites o áreas y garantizar mejoras significativas en la ergonomía de las actividades de verificación”, dice Felipe.
En la práctica, al pasar por los escáneres instalados al inicio y al final de la línea de producción de Florense, todos los componentes del lote de piezas son identificados por un escáner que envía automáticamente la información a una computadora que la registra. Al alcanzar el 100% de la lista de componentes del pedido, el lote se libera para su envío sin riesgo de error.
Pero los resultados no sólo fueron visibles internamente en Florense. Felipe dice que la empresa recibió muchos comentarios positivos de las tiendas franquiciadas, principalmente en relación con la precisión del sistema, que evita recibir pedidos con piezas faltantes.
“Como Florense es una empresa que abastece a clientes de lujo, el nivel de exigencia ya era alto antes de iniciar el proyecto y el éxito era una premisa básica. Identificar los artículos fue un gran desafío, ya que todas las piezas son personalizadas por el cliente y no tienen un tamaño estándar. Por lo tanto, es difícil definir esquemas y posiciones de escaneo”, recuerda Adriana Ferreira, gerente del canal de ventas RFID Brasil de Beontag.
Roger Davanso, director de nuevos negocios RFID de Beontag, añade: “Para mitigar este problema, utilizamos una incrustación de Beontag que contiene un chip de última generación que garantiza una legibilidad del 100 %. La dificultad también viene del hecho de que la mayoría de los elementos son de madera, aunque también hay muchos herrajes y vidrio. Es decir, cabe destacar nuevamente que no existe una norma para el montaje de palets. Por lo tanto, este proyecto puede considerarse una verdadera historia de éxito, especialmente para mantener el equilibrio en todo el ecosistema RFID (etiquetas, software, hardware y servicios)”.
Además de toda la tecnología incorporada en el proyecto Florense, Felipe Corradi destaca la importancia del sistema para cambiar la cultura de la empresa, aprovechado principalmente por ganancias operativas estratégicas. “Este es un camino sin retorno. El futuro de operaciones como la de Florense seguramente será cada día más digital. El propio proceso de madurez y la curva de aprendizaje creada con las nuevas tecnologías proporcionan mejores condiciones de trabajo y eliminan procesos y operaciones que no agregan valor al cliente”.
Según el directivo, como hay una preocupación constante con la adopción de tecnologías innovadoras como RFID, Florense creó un comité y un proyecto específico sobre Industria 4.0, con la participación del NEO (Centro de Ingeniería Operacional) de la Universidad de Río Grande. do Sul (UFRGS), que elaboró un informe de madurez que delinea los próximos pasos de la empresa.
“Pero todo esto es parte de un proceso. Somos pioneros en el sector en algunas tecnologías, como RFID, pero sabemos que necesitamos evolucionar en otras áreas. Lo importante es que, en general, sigamos firmes en esta búsqueda de la digitalización y las nuevas tecnologías”, concluye Felipe.
Esta búsqueda refleja sin duda las raíces italianas de esta empresa 100% brasileña: la pasión por fabricar siempre los mejores muebles. Y para ello, algunos de los valores fundamentales son innegociables, como importantes inversiones en diseño, procesos de fabricación ecológicos y tecnología de punta asociada a la artesanía. Esta filosofía ha ayudado a la marca a consolidarse entre las mejores empresas fabricantes de muebles de alta gama del mundo.
"Tenemos artículos de autor, somos una empresa que domina todos los procesos industriales, desarrolla tecnologías exclusivas, siempre innovando y operando con un sistema a medida, lo que significa que personalizamos cada proyecto como una gran carpintería fina, respetando la flexibilidad de medidas, la variedad de nobles materiales y cientos de estándares de acabado”
La cultura del hecho a mano, combinada con tecnología de punta, hace que cada proyecto Florense sea verdaderamente único, y la alta calidad se refleja en la red de franquiciados con más de 60 tiendas en Brasil, Estados Unidos y Latinoamérica. “Todo esto justifica la credibilidad y confianza que la marca ganó en el sector de la decoración de lujo en Brasil y en el exterior”, concluye Felipe.